Es importante señalar que sedación inhalatoria no es lo mismo que sueño. Nuestros pacientes que se someten a un tratamiento con sedación consciente en ningún momento pierden el conocimiento ni se altera su percepción sensorial de un modo comparable al de una anestesia general.
En la sedación consciente inhalatoria, el paciente respira, a través de una mascarilla nasal, una mezcla de gases a base de óxido nitroso, que popularmente recibe el nombre de “gas de la risa”.
Al inhalar este gas, totalmente seguro y administrado por personal entrenado, que ha recibido una formación oficial y homologada en la materia, el paciente experimenta un estado de gran relajación y bienestar, que le permite controlar sus sentimientos de miedo y ansiedad; al mismo tiempo, se facilita el trabajo de los profesionales de la clínica.